jueves, 28 de julio de 2016

Fin de año

Como ya conté nosotros salíamos todos los 25 de diciembre de vacaciones a pasar fin de año en un lugar distinto, cargábamos el auto y partíamos. Hacíamos alrededor de 600 km por día y parábamos en dónde nos gustaba.
Fin de año en Ushuaia, Bariloche, Salta, Cataratas del Iguazú, en el exterior, Copacabana, Punta del Este, Salinas –Ecuador-, Viña Del Mar -Chile-.
Siempre, siempre después de los viajes cruzábamos a Chile yo tengo familia y amigos. Amigos que nos recibían en su casa, donde compartíamos 10 días maravillosos, comiendo exquisiteces, bebiendo pisco o whisky sour (mi favorito), vodka papaya el favorito de Ricardo y que contarles de los mariscos que con tanto amor nos preparaban pues ellos se dedican a la gastronomía. Ricardo se acostumbró a comer pescados y mariscos.
Yo sigo manteniendo ese ritual de cruzar la cordillera sobretodo en agosto para el cumpleaños de mi amiga.

Inolvidables kilómetros y kilómetros al lado de quien fuera mi gran compañero.

lunes, 25 de julio de 2016

Me haces falta

Extraño tu olor, tu sonrisa, tus abrazos.
Extraño tus comentarios, tu “mi chiquitita fea”.
Extraño cómo me malcriaste todos estos años.

Pero lo que más extraño es tu presencia, tu compañerismo, el estar siempre presente.
Tu beso de buenas noches.

viernes, 22 de julio de 2016

Yo soy del rojo de Avellaneda...

Nunca voy a entender que es tener una pasión por un equipo de fútbol pero haber tenido la oportunidad de convivir con un apasionado como él fue una experiencia increíble. Como conté anteriormente Ricardo tenía mucha memoria sobre todo con las fechas, sabía exactamente cuándo se ganaron los campeonatos, quienes eran los integrantes del equipo, el nombre de los jugadores… si sabía todo todo...
Como puteaba cuando el equipo perdía o cuando jugaban mal.

A mi siempre me gustó el fútbol pero, por supuesto, al lado de él me gustaba muchísimo más porque me transmitió esa pasión y con el tiempo yo también siempre quería que ganara Independiente. Lo acompañé varias veces a la cancha para mi era súper entretenido ver a los hinchas cómo él, las cosas que decían ¡Dios mio! Era un espectáculo.

jueves, 21 de julio de 2016

Sus dos pasiones el periodismo gráfico y el fútbol: Independiente

Ricardo tenía mucha capacidad de trabajo le gustaba mucho leer, estar informado. Leía mucho de historia sobre todo argentina, retenía muy bien las fechas, los momentos, se acordaba de todo. 
Antes de comenzar su jornada laboral se tomaba siempre un café y leía el diario desde la primera  hasta la última página.
Su otra pasión: el fútbol, hincha fanático de Independiente de Avellaneda, veía todos los partidos estaba al tanto de todo lo que sucedía en su club tenía una platea en la nueva cancha. ¡Cómo sufría! No lo vio descender. Me imagino cómo hubiera estado con esto.

lunes, 18 de julio de 2016

Bon voyage


Tuvimos la oportunidad de viajar, de conocer lugares nuevos. Era la primera vez para los dos. Él elegía todos los destinos era más entusiasta que yo en este aspecto. A mi el volar me daba miedo. Vimos un mundo nuevo, claro está para nosotros. Hubieron muchas cosas que yo miraba con sus ojos y escuchaba extasiada todos sus comentarios que tanto me ensañaron. Fue un gran aprendizaje para mi, no solo por los viajes sino por su gran apertura de mente que en gran medida influyeron en mi para siempre.

miércoles, 13 de julio de 2016

Mi cómplice de vida

En una de las tantas veces que nos encontrábamos a tomar un café que fueron muchas, antes de vivir juntos, conversábamos de lo que queríamos, de lo que nos gustaba y de lo que deseábamos para nuestras vidas. Nuestras pasiones, nuestro trabajo, como formar una familia de dos. Sabía escuchar. Pero una de las cosas que más recuerdo fue cuando me miro a los ojos y me dijo que yo iba ser feliz con él... así fue.
Ricardo tenía palabra era una persona íntegra.
Se convirtió en mi pareja, mi amor en mi mejor amigo…

Cómo diría Mario Benedetti
…si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada

que mira y siembra futuro…

domingo, 10 de julio de 2016

Juntos para siempre

Nos fuimos a vivir juntos a Don Torcuato, Buenos Aires. Yo siempre viví en Capital era mi primera vez en provincia. Una casita mediana con un hermoso parque y piscina. Él se haría cargo de la parte externa de la misma y yo de la casa por dentro.
Disfrutamos mucho esos años, asados, sol y compañía de nuestra familias.
Me hubiera ido a cualquier lado con mientras estuviéramos juntos.

miércoles, 6 de julio de 2016

Lo vi por primera vez

Conocí a Ricardo en el año 2000 yo recién me había independizado había empezado a trabajar por mi cuenta él era en ese momento el director de la revista Saber Vivir y yo por entonces era diagramadora, cuando lo vi por primera vez me encantó.
Él era alto muy alto y tenía mucha facilidad de palabra, era una persona encantadora no solamente para mí sino para todos los que lo conocieron sabía cómo relacionarse con la gente. Tenía el don de la palabra.
Su profesión fue el periodismo deportivo y después con los avatares de la vida de haberse quedado sin trabajo fue incursionando en otro tipo de actividades.
En el año 1999 fundó con otro socio la revista Saber Vivir de salud y después con el tiempo fueron saliendo otros trabajos relacionados con el periodismo gráfico.

Todos proyectos que con el tiempo fuimos desarrollando juntos.

martes, 5 de julio de 2016

Maldito cigarrillo

Ricardo fallece en Cartagena de Indias, Colombia un 30 de diciembre de 2012. Pasábamos todos los fin de año en un lugar diferente. Nos íbamos todos los 25 de diciembre al lugar que eligiéramos. Ese año él ya estaba más delicado de salud. 
Cuando lo conocí ya tenia un enfisema pulmonar su adicción al cigarrillo era inevitable, era " su mejor amigo" como me había dicho alguna vez.
Los que no tenemos una adicción es difícil entender al que la padece.
Esta historia la contaré en otro momento.

lunes, 4 de julio de 2016

Esta carta la encontré en su computadora 3 meses después de su fallecimiento

Me levanté ese día, caluroso y húmedo como suele pasar en el mes de enero, pensando que iba a ser un gran día para mí, y lo fue. Iba al cierre (léase controlar unas páginas) de una de mis revistas. Ella estaba sentada frente a la computadora. Podría ser una armadora más. Pero no. No era una más. Era la mejor. Era única. Cosas que, claro está, lo fui descubriendo con el paso de los días, los meses...
Cuando conocí a Coly, encontré exactamente lo que faltaba en mi vida. Podía no haberlo sabido nunca, pero siempre fui un tipo afortunado y la encontré aquel mismo día. Ella me saludó con un “Buen día, yo soy Coly” y su voz me hizo estremecer. Era como si escuchara la voz del profeta, como si se me mostrase la luz. Coly era eso: toda la luz que cabía en mis ojos.
Dos, tres, cuatro y hasta los cinco días de la semana iba a verla, con la excusa de explicarle una página, de ver una foto, de hacer una corrección. Le miraba la piel, la boca, el brillo de sus ojos, la sonrisa, la forma de jugar con el cabello, sus curvas, todo, absolutamente todo. 
Su alegría, su entusiasmo y sus ganas de vivir eran contagiosos. Animaba cualquier día. 

La invité a tomar un café. Pero yo no puedo cantar como Ricardo Arjona, cuando jura y perjura en su canción que “solamente fui a tomar un café...” No y no. Yo fui a tomar un café y algo más. A conocerla más. A intentar conquistarla. Porque había encontrado en ella a la mujer de los sueños... y con el tiempo fui enamorándome.

Este blog tiene como finalidad contar un poco cómo fueron mis años junto a él.